Emotivo adiós al maestro Sergio García Treviño
Redacción/SV
Ante familiares, universitarios y amigos de la comunidad teatral, reunidos en el Aula Magna “Fray Servando Teresa de Mier”, la figura del teatrista Sergio García Treviño fue enaltecida en un emotivo homenaje.
Tras su fallecimiento el domingo 18 de marzo, la vida y obra del actor, director y maestro de teatro, fue recordada por el maestro Rogelio Garza Rivera.
El Rector de la UANL se dijo consternado por el dolor de la pérdida física, pero, al mismo tiempo, agradecidos por haber tenido el honor de coincidir en la vida, con el amigo, maestro y, sobre todo, extraordinario ser humano que fue Sergio García Treviño.
Leyó el primer verso del poema “Meditación: Cristo y mi alma”, que el maestro García Treviño escribió a los 17 años.
“Reciban de la Universidad Autónoma de Nuevo León, como Máxima Casa de Estudios, y como la casa en la que nuestro apreciable maestro Sergio desarrolló su vida profesional, nuestras más sentidas condolencias y un fraternal abrazo solidario para sus apreciables hijos, Briceidee, Ileana e Iván, y sus estimados hermanos.
“Todos lamentamos su deceso, pero de igual modo celebramos su ascenso a una condición superior, la condición eterna de figura fundamental en la historia del arte escénico en Monterrey”, expresó Garza Rivera.
Agregó que el Premio UANL a las Artes 1989 siempre vivió en el presente, con la mirada puesta en un mejor futuro, creando, recreando y construyendo para fortalecer al teatro y encontrar la plena realización de su vida.
“En este momento, mirando al pasado, recordamos al hombre y a su obra, no para paralizarnos, sino para hacerlo ejemplo y honrar su legado de trabajo y trascendencia”, expuso el Rector de la UANL.
El emotivo homenaje se realizó precisamente en el Aula Magna del Colegio Civil Centro Cultural Universitario, donde el maestro Sergio García tuvo tantos éxitos y experiencias gratificantes en el ámbito teatral, dijo.
“Fue aquí -agregó- donde recibió hace un año, uno de sus múltiples reconocimientos por sus méritos artísticos: la Medalla al Mérito Artístico Colegio Civil, como también habría recibido la medalla al Mérito Cívico Presea Estado de Nuevo León, y los premios a las Artes y Flama UANL, máximos galardones que otorga la UANL”.
Recordó que todavía unos días antes de ingresar al hospital, el maestro García Treviño, caminaba por los pasillos de Colegio Civil acompañado de sus actores, para preparar el montaje de El gran inquisidor, a estrenarse en el Festival Alfonsino.
Nacido en Monterrey, el 28 de enero de 1940, Sergio García Treviño desarrolló una trayectoria profesional notable al grado de convertirse en referente del teatro de vanguardia, del teatro de análisis y de reflexión sobre la libertad y la existencia misma.
“Así, analítico, crítico y creativo, Sergio García se convirtió en uno de los pilares del teatro en Nuevo León, junto a Rubén González, Julián Guajardo y Luis Martín.
“Orgullosamente universitario, estudió arquitectura en nuestra Universidad, pero por vocación y pasión demostradas desde su niñez, se dedicó a vivir en el teatro, y para el teatro, pasando más de 60 años en el medio escénico”, apuntó Garza Rivera.
Como actor, en 1955, entró en escena de la mano de figuras como Lola Bravo y, como director teatral, comenzó a distinguirse desde muy joven, a los 22 años de edad.
Son célebres, mencionó el Rector de la UANL, muchos de sus montajes de obras como Marat Sade, y como maestro inició una brillante trayectoria fundando la Escuela de Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras y, posteriormente, consolidando un cuadro de actores en el Taller de Teatro Experimental de la Universidad.
“En todo este tránsito vital y artístico, el maestro García Treviño se distinguió por su paciencia y amabilidad en el trato personal, y su estudio, exigencia y compromiso para con el trabajo escénico y la necesidad de responder a los grandes enigmas de la realidad interior de la persona y de la sociedad”, abundó.
Por ello se celebra y reconoce, que el teatro de Sergio García Treviño ha sido un teatro profundo en sus planteamientos y en sus personajes.
Con la partida física de Sergio, sin duda alguna, se cierra una época, una forma de hacer teatro, pero se abre una escuela con entusiastas discípulos para preservar su legado y transmitir sus enseñanzas y su visión del fenómeno escénico a las nuevas generaciones de artistas, detalló.
“Para colaborar en este propósito, he concertado con la Facultad de Artes Escénicas, llevar al honorable Consejo Universitario la propuesta de creación de la Cátedra de Teatro Experimental Sergio García Treviño, que permita impulsar, a través de actividades académicas, artísticas y culturales, el teatro de vanguardia; de compromiso artístico y social, que el Maestro desarrolló durante toda su vida”, señaló.
Recordó una frase del maestro Sergio García: El teatro nunca podrá́ desaparecer porque, contrario al cine y la televisión, el que habla y el que piensa está ahí́, en el público; y las palabras y las ideas se convierten en peligrosas porque el teatro es un organismo vivo.
“Y vivo se mantendrá el nombre del maestro Sergio García Treviño, porque su vida no acaba, inicia como referencia del teatro comprometido para trascender de generación en generación. Descanse en paz”, mencionó Garza Rivera.
Al homenaje acudieron, además de sus familiares y amigos de la comunidad teatral, autoridades universitarias, Celso José Garza Acuña, secretario de Extensión y Cultura; Janneth Villarreal Arizpe, directora de la Facultad de Artes Escénicas; Ricardo Marcos González, presidente de Conarte y Carlos Nevárez, integrante del Taller de Teatro Experimental de la UANL, quienes tomaron el micrófono para resaltar la figura del teatrista con más de medio siglo dedicado a los escenarios universitarios.