Reconocen a asociación AESPAC por conservación de Sierra de Picachos
Redacción/SV
Después de ampliar un 131 por ciento el área natural protegida de la Sierra de Picachos, el Gobierno estatal reconoció a la asociación AESPAC, que preside Alfonso Barragán Treviño, por haber promovido la conservación de la zona.
El evento se llevo a cabo en el LabNL, en el centro de Monterrey, donde el secretario de Desarrollo Sustentable, Manuel Vital, entregó una copia del Periódico Oficial del Estado que validó la nueva área natural protegida a integrantes de la Asociación Ecológica de la Sierra de Picachos, AC.
“Es la primera vez que una asociación promueve una ampliación de un área natural protegida y nosotros lo recibimos con mucho gusto”, destacó Vital en su último evento como funcionario estatal.“Hoy nos hemos reunido para celebrar una muy buena obra”, añadiò.
En los ultimos minutos del evento, Vital entregó un reconocimiento hecho con material reciclable a Alfonso Barragán, presidente de la Asociación Ecológica de la Sierra de Picachos, quien estuvo acompañado por la Alcaldesa de Dr Gonzalez y la ex diputada Ivonne Bustos.
“Se reserva un territorio para garantizar un desarrollo sustentable conocido bajo el nombre de ecosistema de la Sierra de Picachos”, señaló Barragán.
“Un área natural protegida no afecta a la propiedad de la tierra por ningún sentido, por el contrario, da certeza”, agregó.Barragán Treviño recordó que tras la aprobación de la ampliación del área natural protegida ahora cuentan con un año para desarrollar un plan de manejo.
Al evento también asistieron la alcaldesa de Doctor González, Mayra Ábrego, y la ex diputada local del Partido Verde, Ivonne Bustos Paredes.
Antes del decreto, la zona preservada tenía una extensión de 75 mil 872.55 hectáreas y ahora abarcará 175 mil 305 hectáreas en los municipios de Agualeguas, Cerralvo, Doctor González, Higueras, Marín, Zuazua, Sabinas Hidalgo y Salinas Victoria.
Esta resolución implica prohibir que se instalen en dicho territorio empresas pedreras o mineras como Matrimar, que buscaba operar en la región pese a la negativa de ejidatarios y comuneros, además de que también impide que se erijan en ella desarrollos inmobiliarios de gran escala.