Una semana clave para la educación en NL
Redacción/SV
El 20 de marzo de 2020 se dispuso la suspensión de clases presenciales como medida de seguridad sanitaria frente a la pandemia por COVID-19. A pesar de tratarse de una situación para la que el sistema educativo no estaba preparado, escuelas y docentes adecuaron sus propuestas y buscaron la forma de seguir en contacto con familias y estudiantes; haciendo un enorme esfuerzo que, en Nuevo León, debió ser sostenido durante 17 meses.
Esta semana algunos niños, niñas y adolescentes de Nuevo León vivieron la emoción de reintegrarse a un salón de clases de manera presencial. Desde Niñez Esencial salimos a preguntar ¿Cómo se sienten con el regreso a la presencialidad? Compartimos aquí algunas de sus expresiones.
Gael de 5 años nos comenta “Estoy feliz, ya quiero volver a ir, porque me gusta comer melón, jugar, divertirme y trabajar. Quiero ir todos los días al colegio”.
Emilio de 11 años nos comparte que se siente muy bien ya que pudo ver a sus amigos, y siente que estando en la escuela es más eficiente.
Mientras que Lucía de 12 años valora haber podido conocer su nueva escuela. Guadalupe de 5 años nos cuenta “Estoy felizzz, es un colegio nuevo, me hago amigos, hablo con ellos y con mi maestra, juego con masas, pinto…”.
Este regreso permitió volver a la experiencia del aprendizaje cara a cara, y a la alegría del encuentro con pares y docentes; sumado a ello, se puede comenzar a trabajar en revertir los efectos nocivos que ha dejado el encierro en niños, niñas y adolescentes.
Los esfuerzos que tuvieron que emprender escuelas, colegios y familias para aprovechar las pequeñas concesiones que se definieron por parte de las autoridades educativas y sanitarias del estado fueron enormes; lo que llevó a que solo puedan regresar a las aulas 123 escuelas y colegios bajo la modalidad presencial y 769 bajo la modalidad híbrida.
Esperamos que la experiencia y testimonios de estos cientos de estudiantes que está dando cuenta de los beneficios de la presencialidad ayuden a que las autoridades y actores educativos consoliden la ruta de regreso a las aulas y a crear confianza en la comunidad para que pronto en Nuevo León cualquier niño, niña o adolescente que así lo decida junto a su familia, tenga la oportunidad y el espacio para volver a clases presenciales de manera efectiva y segura.
Destacamos, que los vínculos con niños, niñas y adolescentes que pudieron permanecer durante el largo periodo en que la escuela se definió bajo una modalidad no presencial, fueron gracias a la creatividad y el compromiso de docentes y familias, que, en un contexto complejo, reinventaron los modos de vincularse y de enseñar.
Sin embargo, muchos no pudieron sostenerse y hoy continúan sin recibir las oportunidades educativas y de desarrollo pleno que merecen. Estado y sociedad se encuentran con el desafío de recuperarlos y sumarlos nuevamente al sistema educativo; hoy solo el 13 % de escuelas públicas y privadas del Estado pudieron abrir sus puertas, habrá que revisar y atender de fondo las variables que limitan el acceso a oportunidades educativas de calidad para todos.
Esta semana inició una nueva etapa, que aún no ha finalizado, tal como lo menciona Mexicanos Primero, el regreso a clases “más que un evento es un proceso”. Sin dejar de visibilizar lo que aún falta, hacemos una breve pausa, para que en medio de tantas experiencias tomemos nota de esos gestos, esas palabras, esos testimonios que dan cuenta de ese reencuentro que debió esperar 17 meses.
Un regreso en el que niños, niñas, adolescentes y docentes volvieron a mirarse a los ojos y a escucharse, sin un filtro de pantalla, sin tiempos diferidos. Están nuevamente juntos, con nuevas experiencias, listos para retomar conversaciones, para reiniciarlas, para reconocerse, para aprender, para sostenerse y cuidarse en el inconmensurable lugar que es la escuela.
Son innumerables las experiencias que recuperan lo valioso de este regreso, esperamos que estos relatos puedan oírse en cada rincón de nuestro Estado:
● “Es muy padre regresar a la escuela y tener nuevos amigos”. Pablo, 7 años
● “Ya quería salir de la casa. Me gusta más estar en un salón que en zoom porque tienes materiales y puedes platicar, es más fácil tener amigos así”. Andrés, 9 años
● “Me siento contenta porque puedo ver a mis compañeros, hablar con ellos, y es más fácil entender las clases, hacer consultas.. y me siento segura porque se tienen muchos cuidados. Soy de Argentina y allá íbamos a clases y todo estaba bien”. Milagros, 14 años.
● “Estoy contenta, puedo ir al colegio, es más fácil entender las clases con la maestra cerca nuestro”. Catalina, 10 años.
● “Me siento súper puedo estar con mis compañeros y está muchísimo más padre que estar frente a una pantalla todo el día”. Andrea 8 años
● “Me gustó mucho el regreso a clases porque puedo ver a mis maestras, mis compañeros que no había visto hace mucho. También me gusta mucho como trabajamos porque tenemos un tiempo de descanso, un tiempo de libreta…”. José, 8 años
● “El regreso a clase ha sido muy, muy padre. Lo que más me ha gustado es que tenemos de todo un poco, vamos virtual, vamos presencial y así podemos vivir esta nueva versión de diferentes maneras. Me ha gustado mucho que he podido volver a ver a mis compañeros y que he vuelto a ver a mis maestros y maestras. También me ha gustado que ahora las clases son más simples porque tenemos ahí a nuestros maestros, me he dado cuenta del cambio drástico que ha sido de virtual a presencial y espero que podamos ir más tiempo a la escuela para vivirlo completamente”. Dana, 11 años
● “Me he sentido muy bien de regresar a clases y también no me gustaba andar todo el tiempo en la computadora… por eso me siento muy emocionado”. Yann, 8 años.