POLÍTICA Y GENTE
Por: Pedro García
Dígase lo que se diga, en las cuestiones de la lucha por el poder los partidos grandes, que ya no lo son tanto porque sus votos van en picada, necesitan de los partidos chicos, y viceversa.
Los partidos como el PES (que es lo más comentado en estos días, por los presuntos principios ideológicos) son igual de importantes en una contienda electoral, nomás recuérdese la diferencia entre Calderón y AMLO (y no frieguen con el supuesto fraude).
Qué es lo que quieren los apasionados seguidores de AMLO: ¿el poder para “cambiar” al país o seguir en la cantaleta del fraude y sostenerse en la postura de estar contra todo y a favor de nada, andar por los cafetines presumiéndose como “progres”?
A los electores les gustan los partidos y candidatos dispuestos a ganar, no aquellos que se mantienen en la estrategia de pretextar fraude y crear entelequias como los “gobiernos paralelos” que no sirven para nada a los ciudadanos.
En una competencia la cuestión es ganar y ganar contra todo. Lo demás es necedad.
A partir de estos días, se está dibujando la victoria del “Ciudadano Meade”, dadas las rabietas que le hacen a López Obrador algunos de sus seguidores más o menos distinguidos, conducta que se está proyectando en la opinión pública y que comienza a ser explotada por los rivales y enemigos del dirigente de MORENA.
Cuando Andrés Manuel apenas andaba moderándose, “distinguidos” seguidores -que ya se demostró que no lo son tanto-, le han comenzado a desbaratar su plan de, por fin, llegar al Poder cuestionando al precandidato por su alianza con el PES.
Esos Obradoristas, dizque de hueso moreno, pecan de ignorantes en las cuestiones del poder y no son capaces de advertir que, actualmente, las elecciones se ganan con poco margen y que una alianza, así sea con el “diablo” o con partidos confesionales, es absolutamente necesaria.
En el caso de Morena, es indiscutible que AMLO sólo no gana, ni con el apoyo del Partido del Trabajo, de ahí que López Obrador optara por acordar la participación del PES.
Contra otras opiniones, las circunstancias político electorales obliga a los partidos grandes a buscar apoyo en los pequeños, así sea que a éstos se les considere rémoras, solo que esas rémoras son necesarias, lo cual es comprobable, por ejemplo, en el mundo marino.
Lo relevante de un partido es llegar al Poder, luego entras en acuerdos, diálogos y consultas sobre el diseño y ejecución de las políticas públicas.