DestacadasInternacional

Resuelven asesinato 26 años después gracias a un chicle

Redacción/SV

Christy Mirack tenía 25 años y era maestra. En 1992 fue hallada muerta por estrangulación y con signos de haber sido violada en su casa en East Lampeter Township, Pennsylvania.

Durante estos 26 nunca se halló al autor del crimen, hasta ahora, que los investigadores detuvieron a un disc jockey siguiendo la pista de un chicle y un sitio web de genealogía.

Raymond Rowe, quien usa el nombre artístico de ‘DJ Freez’, fue detenido este lunes por ser el presunto asesino de la joven, quien aquella mañana del 21 de diciembre aprovechó que Mirack se había quedado sola en casa para cometer el horrendo crimen que dio la vuelta al mundo.

Christy debía llegar a clase como de costumbre, pero nunca lo hizo. La preocupación del personal de la escuela aumentaba conforme pasaban las horas. Llamaron a su casa varias veces, pero nadie contestaba, por ello el director de la escuela decidió ir hasta la vivienda para comprobar qué pasaba.

La puerta estaba rota, y apenas ingresó al hogar, notó que la joven estaba tendida en el suelo con los pantalones y la ropa interior arrancada. Se cree que estaba lista para salir a trabajar y tenía los regalos navideños para sus alumnos de sexto grado de la primaria Rohrerstown.

Los estudios revelaron estrangulamiento y abuso sexual, por ello dieron inicio a una investigación que duró años, la familia luchó para que el caso no se olvide, pero no dieron con el asesino. Pasaron 26 años y recién esta semana lograron detener al culpable.

Y fue a través de la genealogía, una nueva técnica que se está usando en numerosos casos no resueltos (incluido el del presunto asesino de Golden State, Joseph James DeAngelo), la que los llevó hasta el disc jockey.

Craig Stedman, fiscal de distrito del condado de Lancaster, explicó en conferencia de prensa que un chicle y una botella de agua recolectada de modo encubierto en una fiesta en una escuela primaria en la que él tocaba música, condujeron hacia Rowe.

El trabajo de búsqueda genética, explica el sitio local Lancaster Online, fue realizado en conjunto con la empresa Parabon NanoLabs con sede en Virginia.

Detallan que “con el ADN extraído del cuerpo de Mirack y en la alfombra debajo de su cuerpo” se creó un perfil en GEDmatch, una base de datos pública destinada a ayudar a las personas a encontrar a sus familiares.

En esa red se encontró conexión con un familiar de Rowe y un análisis posterior identificó a Rowe como un posible sospechoso.

“Los investigadores encubiertos obtuvieron el ADN de Rowe del chicle y una botella de agua que había usado, y las pruebas confirmaron que coincidía con el ADN original de la escena del crimen”, dijo este lunes el fiscal Stedman.

En la escena del crimen se halló semen y ADN y, durante la investigación se cotejaron esas muestras con la base de datos genéticos del FBI y no se encontraron coincidencias con anteriores casos o criminales.

Rowe vivía a unas cuatro millas de Mirack en el momento del crimen.

Stedman admitió que el nombre del músico no había aparecido durante la investigación por lo que cuando surgió, vía los datos genéticos, tuvieron que recolectar más información para tener un caso firme en contra del DJ.

Rowe se presentó en un evento el 31 de mayo en una escuela local para tocar música. Allí los investigadores se infiltraron, vieron al DJ mascando chicle y tomando agua y recolectaron esas piezas.

El 22 de junio se obtuvieron los resultados finales del laboratorio estatal que indicaban que el material genético del chicle y la botella de agua de Rowe coincidía con las muestras en la escena del crimen.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *