Democracia participativa crea una ciudadanía virtuosa: Álvaro Suárez
Redacción/SV
La finalidad de la Democracia Participativa no es la eliminación de la representación, sino reforzarla y que, a la vez, se constituya como una forma de vigilancia constante sobre los representantes populares, asentó Álvaro Suárez Garza, activista social y aspirante al Senado de la República.
El propósito de la democracia participativa es coadyuvar a eliminar las “lagunas de la representación” y abrir la posibilidad de decisión de los ciudadanos para que, sin estar acotados por intereses particulares, consigan una mejoría del nivel de vida, explicó Suárez Garza.
Álvaro Suárez también conocido como “5X” en su faceta de activista social, es candidato al Senado por la coalición Juntos Haremos Historia con Judith Díaz Delgado como compañera de fórmula.
Suárez presentó este viernes el libro “Democracia Participativa: Nuevo paradigma influencia ciudadana en las decisiones públicas”, publicado con el sello OFICIO Ediciones en su colección Ensayo.
En el texto presentado en la Casa del Libro de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Álvaro Suárez revisa la democracia desde sus orígenes en la antigua Grecia hasta sus formas de aplicación en Europa para rematar en la democracia que priva en México.
“Los cambios se dan en todos los aspectos de la vida; mientras tanto, las formas de representación no han cambiado y mucho menos las formas de participación, las cuales se reducen a la emisión del voto”, expone el joven político.
Afirma que sin embargo, los ciudadanos no están impedidos para debatir en el seno familiar, el trabajo o con los amigos.
“Estos debates a pequeña escala sirven para generar una verdadera conciencia y cultura ciudadana sobre las problemáticas de interés común”, sostiene en la edición.
FACTIBLE LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA
Abundó que, hoy en día, se debe considerar a las formas de la democracia participativa en tanto que constituyen correctivos a deficiencias de funcionamiento de las instituciones de representación, actualmente tan desacreditadas por la omnipotencia de la partidocracia que se expresa por los altos índices de abstencionismo electoral.
Lo que interesa es que los ciudadanos participen en distintas formas en el poder público, que se produzca un continuo de formas democráticas, fundadas y establecidas con la participación ciudadana, establece Álvaro Suárez en el texto.
Dice que en México es factible la instauración de la democracia participativa, toda vez que la sociedad exige espacios para involucrarse en los asuntos públicos y en las tomas de decisión.
“Por lo tanto, la democracia participativa nos conduce a un buen gobierno, a un gobierno que rinde cuentas, que protege el pluralismo y las diferencias, que tiene un trato igual para todos y que alienta la participación con el propósito de crear una ciudadanía virtuosa”, resume.